Nuestra amiga de Alemania, Sonia, nos trajo está receta de un pan que hacen en su casa en Frackfurt.
Decir que es rico es decir poco, es una maravilla de sabor y ya no decimos nada de si lo tomáis tostado por la mañana con aceite, tomate y sal. Es para cerrar los ojos y no querer ponerse en marcha.
Aquí tenéis la receta que es más que sencilla.
Ingredientes:
- 400 gr harina de escanda
- 100 gr de harina de centeno o de trigo integral
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas soperas de vinagre
- 20 gr de levadura fresca
- 80 gr de semillas de girasol sin tostar
- 80 gr de semillas de sésamo
- 80 gr de semillas de lino
- 500 gr de agua
- En un bol ponemos el agua templada, disolvemos la levadura en ella.
- Añadimos la sal, las dos cucharadas de vinagre.
- Vamos añadiendo la harina poco a poco.
- Para amasarlo nos podemos ayudar de una rasqueta. Esta es una masa pegajosa y la rasqueta nos ayuda mucho, si no la tenemos nos podemos ayudar con una buena cuchara de madera.
- Añadimos todas las semillas
- Continuamos amasando hasta que veamos que la masa esta plenamente integrada. No esperéis una masa lisa, no. Es pegajosa.
- Metemos la masa en el molde y este al horno frío. Ponemos 180grados durante una hora.
- Metemos en el horno un recipiente con agua para que haga vapor al subir la temperatura, este vapor hace que tenga una corteza crugiente.
- El pan va fermentando a medida que sube la temperatura del horno y se va esponjando y creciendo.
- Sacamos del horno a la hora, ir mirando para que no se tueste demasiado por la superficie.
- Si vemos que se pasa de tostado tapar con papel de aluminio.
- Este es un pan de miga húmeda y consistente, es lo que tiene la harina de escanda o espelta que sus panes son consistentes y con humedad. Dura varios días como si fuese el primero y si se congela en rodajas no pierde sabor si pasa por el tostador.
